lunes, 29 de octubre de 2012

Todo Parcial...


El gato de rayas mostazas ovillado en el alféizar de la ventana, su mirada atenta a mis gestos, el oscuro imperio de la noche que se desvanece, la ventana de enfrente, la luz espumosa tras la cortina, el cuerpo desnudo de la vecina en afanes de madrugada rumbo a su vida de estereotipos modernos, un ave que aún canta, el día que arranca su máquina averiada sin premura, mi blanda parsimonia de escritor engarrotado, la radio silenciada, el trozo de pan rezagado de la cena anterior, la vieja lámpara arrinconada, la foto de Mariana con una sonrisa juvenil y un corte de pelo de los 20, el ingenuo deseo de no querer acudir a la oficina, la somnolencia post insomnio, el crónico espasmo de los músculos del cuello, el olor a curry tostado, la silla de madera alemana, huérfana en el balcón, lacerada por la intemperie..., el tapete de arabescos marrones donde tiro las revistas de farándula, el grifo del lavaplatos, frígido, mudo. Mis pantuflas de goma amazónica antideslizante, el tarro de la basura desbordado de latas vacías de atún, los frascos de aceitunas rancias, botellas de licores de colores consumidos hace tanto, los rincones del cielo raso con sus telarañas guirnaldas de Transilvania, la camisa a cuadros blanquiazules sobre el pasamanos de las gradas añorando mi cuerpo de leñador raquítico, el afiche de la feria del libro de este año en la capital del hielo, mi gesto de Boy Scout mendigando cinismo, el reflejo de mis ojos sobre las sombras blancas del amanecer que invade la calle, la alarma tardía del despertador diciendo que es hora de volver a la vida…

 

domingo, 14 de octubre de 2012

Meta.


Jardincito  Zen


Nada nos impide avanzar por el camino de la confusión. La semilla de donde crece viene plantada en los genes y todo acto que se realiza la abona, la cultiva para hacerla infalible. La pausa para intentar planear qué hacer es inocua, sus efectos efímeros. Y nunca se percibe con prontitud que vamos en caída. Los días son sinuosos, de invisible embeleso, irreversibles.

No existe ningún acto humano que sea nuevo. Todo efecto de la bondad es un mero barniz sobre las llagas de la desesperanza pues la reverberación de la barbarie es perenne, corrosiva, nuestra.

Volver a la quietud, a la mágica libertad de la contemplación inanimada. Diluir el pensamiento en la poderosa blancura de la Nada. Ser, por fin, Olvido. 


jueves, 4 de octubre de 2012

Felonía.

Mariana lee...
   
   Todo amor es una retirada.

   Nostalgia cruda
   Sueño en ahogo paulatino
   Tragedia de meloso impacto
   Versión de una tarde que no transcurre
   Tibia penumbra prolongada.

   Paraíso baldío
   que por no tener entrada
   tampoco tiene salida.